El Solomillo Wellington es un plato clásico de la cocina inglesa que combina la ternura del solomillo de ternera con una capa de setas y foie gras, todo ello envuelto en un crujiente hojaldre. A pesar de su preparación aparentemente compleja, es posible hacer este delicioso plato en casa con los pasos e ingredientes adecuados. En este artículo, le guiaremos a través del proceso para hacer un Wellington de Solomillo fácil y sabroso desde cero.
Ingredientes que necesitará
Cuando se trata de preparar un suntuoso Wellington de Solomillo, tener los ingredientes adecuados es crucial. Para este plato clásico, necesitará lo siguiente:
- 1 kg de solomillo de ternera
- 250 g de setas
- 100 g de foie gras
- 1 lámina de hojaldre
- 1 huevo (para barnizar)
- 2 cucharadas de mostaza de Dijon
- aceite de oliva
- sal y pimienta al gusto
Preparación del solomillo de ternera
El primer paso para preparar su Wellington de solomillo es el proceso crucial de preparación del solomillo de ternera. Empiece por salpimentar la carne y ponerla a punto. En una sartén caliente con un chorrito de aceite de oliva, dore la carne por todos los lados hasta que esté bien tostada. Este dorado inicial ayuda a encerrar los jugos naturales y añade un rico sabor caramelizado a la carne. Una vez que la carne esté bien dorada, retírela del fuego y resérvela para que se enfríe.
A continuación, para hacer la duxelle de champiñones, pique finamente los champiñones y cocínelos a fuego medio en la misma sartén. Deje que las setas suelten su humedad y continúe cocinándolas hasta que formen una pasta espesa y sabrosa. Esta mezcla concentrada es la esencia de la duxelles y prepara el terreno para las capas de sabor del Wellington.
La preparación de la duxelles de setas
La creación de la rica y sabrosa duxelles de setas es una parte fundamental de la receta de Wellington. Las setas finamente picadas se cocinan con un toque de aceite de oliva y se sazonan a la perfección con una pizca de sal y pimienta negra. Este paso de la preparación añade un lujoso fondo de sabor al plato que lo diferencia. La duxelles forma un relleno delicioso y repleto de umami que complementa a la perfección el solomillo, convirtiéndose en un elemento esencial de esta receta clásica.
Una vez que las setas estén cocidas hasta obtener una consistencia espesa y pastosa, retire la duxelles y déjela enfriar. Este paso es importante para asegurarse de que el calor de las setas no afecta a las siguientes fases de la receta, sobre todo a la hora de envolver el solomillo en la masa de hojaldre.
Montar el Wellington
Cuando sea el momento de montar el Wellington, empiece extendiendo uniformemente la duxelles fría sobre una capa de jamón. La capa de sabroso jamón curado no sólo impregna al plato de su característico sabor, sino que también sirve de barrera protectora, impidiendo que la humedad de las duxelles afecte a la crujiente masa. A continuación, coloque el solomillo de ternera en el centro del conjunto de jamón, enrollándolo cuidadosamente para que quede bien sujeto, utilizando el film transparente para que mantenga una forma uniforme y ordenada.
Una vez que el solomillo esté bien envuelto y sujeto, es hora de enfriarlo suavemente en el frigorífico. Este paso permite que el tronco se endurezca y mantenga su forma, facilitando así su envoltura en la masa de hojaldre y garantizando que las capas queden bien definidas cuando se hornee el Wellington. Mientras la masa se enfría, aproveche la oportunidad para preparar una deliciosa salsa de Oporto o vino tinto que complementará los ricos sabores del Wellington.
Envolver en masa de hojaldre
Con el tronco de solomillo frío y listo, es hora de envolverlo en la suntuosa masa de hojaldre. Asegúrese de espolvorear la superficie de trabajo con un poco de harina para evitar que se pegue la masa. Estire con cuidado la masa al grosor deseado, asegurándose de que sea lo bastante grande para envolver toda la longitud del solomillo. Con la ayuda de un rodillo, traslade suavemente la masa enrollada para envolver el solomillo, y pellizque las costuras y los bordes para sellar bien el rollo.
Como toque final, utilice un cuchillo afilado para marcar la superficie de la masa con un motivo decorativo, con cuidado de no cortar del todo. El dibujo grabado no sólo aportará un toque elegante al Wellington terminado, sino que también creará aberturas de vapor para evitar que la masa se humedezca durante el proceso de horneado.
Pincelar con huevo batido
Antes de hornear, pincele generosamente la superficie del hojaldre con huevo batido para que quede glorioso y dorado. El huevo batido dará un bonito brillo y un aspecto perfectamente dorado al Wellington, asegurando que no sólo tenga un sabor increíble, sino también una presentación impactante. La combinación de la masa mantecosa y hojaldrada con la suculenta y sabrosa carne promete una experiencia gastronómica realmente extraordinaria para ti y tus invitados.
Después de que el Wellington esté amorosamente cepillado con el huevo batido, estará listo para colocarlo con cuidado en un horno precalentado, llenando la cocina con el irresistible aroma de un festín gourmet en ciernes.
Cocer hasta que estén dorados
Mientras el Wellington se cuece suavemente a la perfección en el horno precalentado, la cocina se llenará de un aroma que es el epítome del placer culinario. El hojaldre se transformará gradualmente, adquiriendo un rico tono dorado, mientras que los rellenos salados del interior se fundirán, creando una sinfonía de sabores sencillamente sin igual. Es importante resistir la tentación de abrir demasiado a menudo la puerta del horno, ya que el calor y el vapor del interior son esenciales para lograr un hojaldre perfectamente crujiente y dorado.
Tras unos 25-30 minutos de cocción cuidadosa, el Wellington saldrá del horno con un aspecto gloriosamente bronceado y ligeramente abombado, lo que promete una deliciosa sensación en cada ración. La espera estaría sin duda coronada por una profusión de exclamaciones de alegría al revelar las primeras porciones perfectamente cortadas de las impresionantes capas del Wellington.
Dejarlo reposar
Antes de saborear los frutos de su trabajo, es importante dejar que el Wellington de ternera «Wellington» repose durante un breve interludio. Este paso vital permite reorganizar y asentar los jugos de la carne, de forma que cada loncha revele el punto de cocción perfecto, medio crudo, característico de un Wellington bien elaborado. Después de permitir pacientemente que el Wellington repose, es hora de servirlo y regocijarse con las alabanzas de sus invitados.
Cómo servir este sorprendente plato
Al presentar finalmente el Wellington de ternera en la mesa, su seductor aroma y la visión de sus perfectamente dispuestas secciones transversales en forma de lazo sin duda arrancarán suspiros de admiración y pura delicia. La primera rodaja revelará la carne tierna y perfectamente rosada, envuelta entre capas de una deliciosa duxelle de setas, todo ello dentro de la crujiente y dorada cáscara de hojaldre. Es el culmen de un trabajo de amor y una encarnación de proezas culinarias, listo para ser saboreado y celebrado por todos los que participen en esta extraordinaria experiencia gastronómica.
Cuando se sirva con la deliciosa salsa que lo acompaña y quizás un acompañamiento de patatas doradas perfectas, cada bocado del Wellington promete ser un viaje a través de un paisaje de sabor y lujo, un centro irremplazable para las ocasiones más especiales.
Conclusión
En conclusión, el solomillo Wellington es un plato clásico y delicioso que combina la ternura del solomillo de ternera con una capa de setas y foie gras, todo ello envuelto en un hojaldre crujiente. Aunque su preparación pueda parecer desalentadora, siguiendo los pasos descritos en esta sencilla receta conseguirá hacer con éxito este plato en casa. Sírvalo en ocasiones especiales e impresione a sus invitados con sus ricos sabores y texturas.